Localizaciones
Beatriz Sainz
Jefa de localizaciones
No ha habido dudas. Todo al verde. Así empezamos el trabajo en el equipo de localizaciones Segunda Muerte. Hemos mirado Cantabria con otros ojos, viendo cosas que, pensábamos, ya no podríamos conocer. Las cabañas pasiegas, grandes protagonistas en la trama, sus modos de vida, su gente y sus increíbles Valles Pasiegos.
El pueblo de Liérganes, sus calles e historia convertidas en set de rodaje. Edificios emblemáticos, como el balneario de Liérganes, con sus salones y jardines, la Casa de los Cañones, su plaza y los interiores del Palacio de Elsedo, en Pámanes. Carretera arriba con todo el equipo, llegamos a los paisajes de San Roque de Río Miera, que, rocosos y abruptos, se cierran entre montañas para acoger a los personajes y su historia, hasta uno de sus puntos más altos: el Alto del Caracol, que nos guía cambiando totalmente las vistas hasta el Puerto de la Braguía. Casi no ha quedado rincón de Cantabria en el que rodar.
Dejando atrás montañas y bosques, nos mojamos los pies en la playa de Langre y encontramos nuestra casa protagonista en Galizano. Y, cómo no, Santander, dándonos la bienvenida en su plaza de las estaciones, donde fuimos algo más que pasajeros, a su puerto y su vida en las calles del centro. Y por supuesto la tradición al noroeste de la bahía, en el barrio pesquero.
Localizaciones que han formado un mapa de rodaje, enseñando el potencial de Cantabria como set natural. Un viaje que ha hecho que nos adentremos en todos sus rincones para irnos.
Si cabe, aún más enamorados de esta tierra y de sus gentes.